Finalidad.
Cuando desapareció, la humanidad vivia bien, en todas partes.
Todas las casas eran grandes, todos los patios tenian pasto, todos los autos eran nuevos... Y todos tenian dinero.
Las juventudes crecían tranquilas mientras seguían las modas, mientras escuchaban lo que tenian que escuchar, mientras dejaban de ser jóvenes, mientras se iban a morir a alguna oficina.
Hasta que la moda surgio entre algunos pocos.
La sola idea de contagiarse intencionalmente la peste, de algun extraño modo no parecía malo... El sentir desde entonces y para cada día de tu vida a la muerte corriendo por las venas te hacia sentir, curiosamente, mas vivo.
Fue eso lo mas cercano que tuvo la ultima generacion del mundo, a lo que el arte o las ideologias olvidadas le habian dado a los tatarabuelos antiguos, de aquellos tiempos en que aun se soñaba.
Pero estos eran los tiempos de la ultima generación, y ya nadie recordaba como hacerlo.
Entonces, los sistemas de Salud de los gobiernos crearon grandes campañas en contra del contagio voluntario de la peste, a la par que el desarrollo urgente de una cura.
Se gastaron millones de dólares, se contrataron a los mas grandes publicistas para inventar campañas efectistas, y por todas partes se dieron charlas acerca del peligro de la peste.
Pero, nadie pudo convencer a los jovenes de cambiar su idea... Por el contrario, la peste se hizo mas y mas y mas popular, hasta que ya no existía argumento alguno lo suficientemente convincente como para negar las virtudes de la "sensación de vida" que causaba la peste.
Entonces un día, empezaron a contagiarse los viejos.
Y luego los adultos.
Y luego la humanidad se extinguiría en el mas macabro de los bailes dionisiacos.
Pocos años mas tarde y en la madrugada de un día martes, el último de los humanos dejaría la faz de la tierra en silencio.
Mientras con sus ultimas fuerzas, y en secreto como todos los otros, soñaba... Con la eternidad.
Y entonces, todo terminó.
Una milesima de segundo mas tarde, en una selva perdida al otro lado del mundo, un mono con una piedra afilada en sus manos se erguiria parsimoniosamente sobre sus dos piernas.
Para lanzarse a conquistar el mundo, gritando... La eternidad.
17 comentarios
Kta Katiuska -
Caspian -
Chups -
espera a ver la historia entera
:)
Power -
lilith -
me encanto
la manera de escribir te engancha...
Besitos y lindo blog
K114 -
Erzsebet -
por suerte aun nos podemos sentir vivos, aun podemos soñar... tu cuento me recordó la importancia de los ideales, y que poco a poco se han ido olvidando... osea, cada vez son menos las personas que viven, la mayoría sólo existe... no me gustaría que se llegara a esa época, aunque si eso pasara también me contagiaría la peste... XD
...y el final del cuento, excelente... algo de esperanza en el nuevo circulo (o vuelta del espiral, como prefieras)...
Cuidate mucho...
Saludos
PicLe -
Anónimo -
es increible como el pensar en el suicidio da sentido al suicidio mismo, sin aportar especificamente al suicidio en si.
Me gustó, es antropologicamente real.
Chups -
Daniel -
El Power -
MT -
shumascalo con keshuuuuu
El Pansho -
Escribes pulento mono culiao. Ya, ahora me voy, y acuerdate...SHUPALO.
danieloskY -
CAMILA -
me encantó.
funate ms
L. -
...satisfagan sus necesidades económicas hasta el punto de que sus únicas ocupaciones sean dormir, comer pan de especias y pensar en el modo de prolongar la historia universal...; hagan todo esto, y verán como el hombre, por pura ingratitud, por necesidad de envilecerse, les correpsonde cometiendo alguna villania. Incluso correrá el riesgo de perder sus panes de especias y volverá a caer en las necesidades más peligrosas, en los absurdos menos ventajosos, sólo por mezclar a esa sensatez positiva un elemento fantástico, pernicioso. Precisamente sus sueños más fantasticos y sus mas vulgares tonterias es lo que pretenderá conservar, sólo para demostrarse a sí mismo que los hombres son hombres y no teclas de piano..."